Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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miércoles, 13 de enero de 2010

Filosofia Vital III. Partir del caos.


Animada por la casualidad de verme envuelta, sin comerlo ni beberlo, en una conversación sobre energía y filosofía vital en una reunión de amigos, retomo mis estudios "espirituales" y nada más llegar a casa me sumerjo en las páginas del primer libro de autoayuda que cae en mis manos.
Decido renunciar al sentimiento de culpa por todos aquellos pensamientos negativos que albergué en el pasado, responsables de alguna que otra pequeña calamidad, y me preparo para abrir mi mente únicamente a estímulos alegres y esperanzadores.
Puedo controlar todo con mi mente, ¡esto va a ser la pera!
Pese a mi ahinco y talante en los dos días siguientes empiezo a albergar dudas. ¿Hasta donde llega mi poder? ¿Puedo cambiar el comportamiento de determinadas/a personas/a? ¿El pasado, pasado está, o le puedo abrir el presente con vistas a mi futuro? ¡Ups! Me golpeo la mano derecha con la izquierda por anticiparme al futuro. He de vivir el presente.
Analizo mis sentimientos. Escucho los ruidos que me rodean. Desconecto. Intento relajarme. Llego a la conclusión de que necesito más ayuda. Corro a la librería de la esquina, recorro la estantería de "autoayuda" y elijo cinco volúmenes que considero acertados para guiarme en esta lucha sin cuartel para encontrarme a mí misma.
Abro el primero. Leo tres páginas. ¡Horror! Ahora descubro que mis pensamientos son aún más perjudiciales de lo que pensaba. Mi mente es machacona y reiterativa, funciona a más de mil por hora y me domina. Mi nueva misión es encontrar la manera de superarla, encontrar la tecla de desconexión y fundirme con el Ser único y universal.
El volumen resbala de mis manos y se desploma sobre mi cama. Miro los seis volúmenes que me rodean. Cierro los ojos, respiro hondo, inspiro, expiro, repito, una, diez, cincuenta veces, pierdo la cuenta y vuelvo a empezar, intento sumergirme intuitivamente en algún tipo de relajación...
No me rindo. Lo conseguiré, sé que voy por el buen camino, la Filosofía Vital única y verdadera acabará por impregnarme, solo tengo que estructurar todas estas nuevas ideas en mi cabeza y luego desconectar, adormecer mi pensamiento y simplemente... fluir.

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